Los delfines nariz de botella que habitan el golfo de México enfrentan una amenaza inédita: la contaminación por fentanilo. Un estudio elaborado por la Universidad de Texas A&M en conjunto con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, ha detectado rastros del potente opioide en tres poblaciones de delfines del norte del golfo de México. Aunque los efectos del fentanilo y otros fármacos en mamíferos marinos no se han estudiado lo suficiente, el hallazgo plantea que su presencia en los ecosistemas marinos puede repercutir en la salud de poblaciones cercanas: “Los delfines, al igual que los humanos, consumen pescado y camarones, lo que sugiere posibles impactos en la salud humana”, explica la Universidad de Texas A&M en un comunicado.
