Cuenta el escritor mexicano Guillermo Arriaga (Ciudad de México, 65 años) que cuando hablaba sobre la trama de la que sería su exitosa película Amores perros, la gente lo veía con una mueca de desagrado. Una película de peleas de perros en tiempos animalistas no generaba mucho entusiasmo, pero él se empeñó en sacar adelante el proyecto, sin concesiones. “Si uno escribe cosas sin conceder y creyendo que pueden funcionar, hay que sacarlas”, aseguró Arriaga este lunes en una conferencia en el marco de la Feria Internacional del Libro de Monterrey, donde ha hecho un alegato a favor de la libertad creativa y en contra la corrección política o una idea de moralidad impuesta desde el poder: “Es un veneno terrible. Las preocupaciones morales castran”, dijo.
