La ejecución duró menos de un minuto. Los sicarios abrieron fuego en un restaurante de la Plaza Miyana en Polanco, una de las zonas más lujosas de Ciudad de México, y para cuando llegaron los servicios de emergencia ya era demasiado tarde. El ataque cimbró a la capital, refugiada recurrentemente bajo el espejismo de que la narcoviolencia es un fenómeno que afecta sólo a los Estados del interior del país. Pero cuando las autoridades confirmaron la identidad de la víctima este jueves, el caso tomó otra dimensión. Se trata del promotor musical Jesús Pérez Alvear Chucho, de 40 años, conocido por representar y tratar con superestrellas del género regional mexicano como Julión Álvarez y Gerardo Ortiz, aunque también por estar en la mira de las autoridades estadounidenses durante años. Washington lo había acusado de lavar dinero para el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), lo incluyó en la llamada “lista negra” del Departamento del Tesoro y lanzó una orden de captura para llevarlo a juicio hace dos años. El miércoles lo mataron a quemarropa, mientras comía junto a dos hombres y una mujer.
