
Un chándal gris y unas camisetas blancas, gastadas. Ese fue el uniforme que las autoridades israelíes les dieron a los miembros de la flotilla humanitaria de Gaza tras interceptarlos en aguas internacionales, el pasado día uno, y llevarles a la prisión de Ketziot a la espera de deportarles. Es la misma ropa con la que dos de los participantes de esa acción humanitaria, la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau y el regidor de esa misma ciudad por Esquerra, Jordi Coronas, han llegado este domingo al Aeropuerto del Prat de la capital catalana. “Nos han secuestrado, nos han maltratado, pero no es nada comparado con lo que sufre el pueblo palestino”, ha resumido Colau. “Nos han vejado”, ha añadido el republicano. Ambos han pedido que la movilización continúe.
