“Solo puedo sentarme y aguantar hasta cierto punto. Mi nombre ha sido arrastrado a través de internet de maneras a la que normalmente no respondo”. Con estas palabras comenzaba el actor Barry Keoghan (Dublín, 32 años) una extensa declaración en X en la que abordaba las críticas, el acoso y el trolling “repugnante” al que ha sido sometido desde que se hizo pública su separación de la estrella del pop Sabrina Carpenter (Pensilvania, 25 años), el pasado 3 de diciembre, y después de que los rumores de una infidelidad por su parte comenzasen a florecer. “Tengo que responder ahora porque hemos llegado a un punto en el que se están cruzando demasiados límites”, continuaba la estrella de Saltburn su comunicado, publicado el pasado sábado, a sus 335.200 seguidores en la red social. “He desactivado mi cuenta [de Instagram] porque ya no puedo permitir que estas cosas me distraigan de mi familia y mi trabajo”, aclaró. Keoghan describe los comentarios como “mentiras absolutas, de odio, comentarios repugnantes sobre mi apariencia, carácter y cómo soy como padre y cualquier otra cosa inhumana que puedas imaginar”. Comentarios que, en sus palabras, “ninguna persona debería leer jamás”.
